Ya llega. Se siente cerca. Hoy un compañero me ha felicitado por ser mujer. -Ya llega vuestro día – me dijo. ¿Y el tuyo no? – me atreví a contestar. – No , no -me dijo entre risas. -Esa es vuestra lucha.
Una lucha que se tiñe de constante y transformadora para toda la sociedad. Una lucha que no deja indiferente a nadie. Un día que peca de exclusivo pero que se mantiene durante todo el año. Este movimiento ha conseguido la visibilidad de situaciones de desigualdad y de violencia que vivimos las mujeres. Ha conseguido la denuncia de realidades que estaban normalizadas cuando no lo eran. Ha logrado el cambio de leyes y la creación de éstas. Ha alcanzado que muchas hablemos, nos preguntemos y nos enfrentemos con la injusticia. Ha conseguido que algunas despertemos.
Porque esto va de igualdad de oportunidades, de formar parte de, de premiar el talento, de decidir y hacer con libertad, de poder ser quien quieres, de conseguir lo que es nuestro. Y por eso, esto lo hacemos por ellas, por las que vivieron dentro de un sistema que les ahogaba, por las que vivimos en uno que aún aprieta, por las que vendrán, para que no sientan que son menos, que deben hacer esto, o dejar de hacer lo otro, o estén obligadas a para conseguir b.
Y por eso este domingo es importante, porque es una lucha que nos envuelve a todos. Que nos afecta. Me emociono al saber que estaremos caminando de la mano por las calles de nuestra ciudad, cantando una melodía al unísono. Sin miedo. Un cantar que debería sonar siempre en nuestra sesera para recordarnos que esto es una transformación social en continuo despertar. Y no, no hablo de bandos, hablo de personas, de todas las personas que unidas reclamaremos igualdad.
