El sábado me dirigía hacia una lengua de arena de más de 13 kilómetros de longitud que transcurre al lado de la costa y separa las aguas del Río Piedras de las del océano Atlántico. Para llegar hasta ahí tuve que tomar un barco de 15 minutos. Llegué una de las primeras y tuve tiempo para acomodarme tranquilamente, pero a medida que pasaba el segundero, el barco se iba llenando de otros viajeros como yo. Los cuerpos se iban juntando y las mochilas, que antes descansaban a nuestro lado, las cambiamos a los muslos propios de cada uno. El navío estaba lleno, los asientos al completo. Estábamos en el agua,…
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Se trata de personas
Hace algunos meses me encontraba delante de una mujer de afilados colmillos. No había sido nunca una pantera, pero tuvo que sacar sus uñas ante un sin fin de hombres. Esta mujer había sido violada, para después ser vendida a una mafia que la obligó a ejercer la prostitución. No tenía dinero, y con tal de salir con vida de ese atolladero, decidió venderse, sin saberlo, para salvarse. Cuando me mira, siento que lo hace la mayor de las depredadoras, la fortaleza hecha carne. Una mujer poderosa que mira, por fin, a los ojos de quien la escucha, ya que durante mucho tiempo no pudo hacerlo. Y aún sus pupilas…