Había una vez, en algún lejano lugar del tiempo y el planisferio, un pueblo que se contentaba con el blanco y negro para dibujar los trazos de sus vidas.
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Eso quiero: ir al médico si lo necesito
Cuando te duele la tripa, la fiebre asciende, te molesta el caminar o sientes que, simplemente algo no va bien, buscas una mano hospitalaria que ponga remedio a tu malestar.
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Con el agua al cuello
Vuelan flamencos, gaviotas, golondrinas y cigüeñas. Recorren miles de kilómetros en busca de un lugar para hacer el amor en los veranos templados del norte.
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¿Subes o bajas?
La lobreguez de la sala queda interrumpida por las guías luminosas que sirven de mapa ante la inmensidad de lo ignoto. Entre luces, sientes que tu cuerpo se reduce, se eleva y comienza a formar parte de las estrellas que iluminan la estancia.
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Felicidades, mamá
Las figuras se retuercen por el cuadro, se enroscan como serpientes que no quieren separarse y buscan, en ese pillapilla, un instante eterno de felicidad compartida.
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No lo llames piropo, llámalo acoso
Quizás tú también cambiaste de acera porque viste en aquel grupo un riesgo para tu integridad. Ellos se reían, se sentían seguros mientras te propinaban palabras obscenas.