Trabajé durante toda la tarde. Estaba exhausta pero antes de que el día acabara quería sentir el relente de las calles nocturnas. Abstraída en mis cálculos verbales, percibí que algo sobresalía por el pórtico vecino. Era un cuerpo tumbado de cara a la pared. Sin avisar se dio la vuelta.
-
-
Una vacuna contra la barbarie
El paisaje despoblado rodea toda la escena. Los colores son fríos, aunque resaltan brochas tímidas de grises y marrones. En el centro veo como dos hombres luchan con vehemencia. Sus piernas están enterradas hasta las rodillas impidiéndoles el movimiento. Parece que están atrapados dentro de su propia barbarie.
-
La llave maestra
Aún recuerdo el flamante nerviosismo que se apoderaba de mí los días previos a la entrada del colegio. Llegado septiembre, mis rizos comenzaban a revolotear las papelerías en una búsqueda venturosa de cuadernos, bolígrafos y agendas con las que llenar de dedicatorias aquel año.